La serie Gothic, a pesar de ser en cierto modo de nuevo cuño, ha conseguido entrar en el olimpo de los mejores RPG, a la usanza de míticas series como Dungeon Master, Eye of the Beholder, The Elder Scrolls o Baldur’s Gate. Y conste en acta que no es nada fácil entrar en tan selecto grupo, máxime teniendo en cuenta que desarrollar un juego de rol de tan magnas proporciones como los arriba mencionados es una tarea titánica que dista mucho de ser el “coser y cantar” de otros géneros menos complejos en su metodología lúdica. Con todo, el primer Gothic no lo tuvo fácil, sobre todo en términos de marketing. Fue desarrollados en Alemania, por una compañía cuyas hazañas anteriores pasan desapercibidas para el gran público, y encima, con la “amenaza” de una competencia tan fuerte como era la de Baldur’s Gate II o la inminente sombra del portentoso Morrowind. Por consiguiente, el hecho de que diesen en el clavo con su primer juego es claro significado de la inconmensurable calidad de su ópera prima. Dicho y hecho... Como los roleros no tenemos un solo pelo de tonto, rápidamente vimos en Gothic a un futuro clásico incunable del género, un envoltorio de poder cuya magia difícilmente se esfumaría con el paso del tiempo. Con una libertad absoluta y una ambientación que, con tintes épicos, daba credibilidad al mundo en el que nos movíamos, el juego de Piranha repartía ingeniosos sopapos a todos aquellos RPG que presumían de otorgar al jugador la tan anhelada independencia de nuestro personaje con respecto a los lineales patrones argumentales de siempre.
Procesador 2Ghz, 1Gb de memoria RAM, tarjeta de video 128Mb DirectX 9.0c compatible (ATI Radeon 9700/9800 o nVidia GeForce 6600), sonido compatible DirectX 8.1b, lector DVD-Rom 8x, 4.6Gb de espacio en Disco Duro (necesario disponer de 600mb en la particion principal para el programa de instalacion).
Requisitos recomendados: Procesador 3Ghz, 1.5Gb de memoria RAM, tarjeta de video ATI X800, nVidia GeForce 6800 o superior
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