The Elder Scrolls es una serie de videojuegos de rol que posee gran libertad en los modos de juego y gran extensión territorial. En esta serie el jugador participa en la historia del continente de Tamriel y vive los hechos más importantes del reinado del emperador Uriel Septim. Cada episodio simboliza un Elder Scrolls, es decir una especie de pergamino de cantidad desconocida donde quedan escritas las hazañas del jugador. Estos existen desde el primer Imperio creado. El héroe misterioso que el jugador crea en el inicio de la partida es el que decide dejar el imperio en manos del mal o salvarlo por la gloria del emperador. Esta libertad de acción para el jugador ha dado un gran renombre a esta serie. Los videojuegos de la serie The Elder Scrolls se subtitulan normalmente según el lugar en el que se desarrollan, por ejemplo The Elder Scrolls III: Morrowind. Esta es la entrega que ha enganchado a más jugadores gracias a la profundidad de su trama. En las tierras de Morrowind, más concretamente en la isla de Vvanderfell, un antiguo mal resurge. Dagoth-Ur, un malvado dios que había sido combatido antaño por una alianza de Imperiales y Altos Elfos, había vuelto de su largo sueño. Todos sus aliados y seguidores se preparaban para volver a servir a su amo. La gente temía por su vida y no había esperanza. Por suerte, llega nuestro personaje a la isla. No sabe ni quién es ni de donde viene. Poco a poco descubrirá que es el Nerevarine (algo así como el elegido de los dioses) para combatir la maldad de Dagoth-Ur y los siete vampiros que le servían. Con esta trama tan épica, Morrowind consiguió llegar al corazón de los más amantes del rol. Un mundo enorme y detallado por descubrir, la posibilidad de editar el personaje y la aparición de la cámara en tercera persona hicieron de este juego una obra maestra. Existían distintas líneas argumentales aparte de la principal. Podíamos unirnos a cualquiera de los cuatro gremios, servir a la guardia imperial o hacernos mercaderes para acumular la mayor fortuna posible. Las posibilidades eran infinitas. Todo eso junto con la impresionante cantidad de mods que aparecieron, hicieron que Morrowind fuera galardonado "Game of the year" de 2002. Además, para muchos usuarios sigue siendo el mejor juego de rol de la historia. The Elder Scrolls III: Tribunal (2002) es una expansión oficial de Morrowind. Toma lugar inmediatamente después de la trama principal de Morrowind, en la ciudadela de Mournhold, donde nuestro personaje llega luego de un atento por asesinarlo. Aunque no es un lugar grande, continuá la historia que falta de Morrowind, presentándonos con el asesinato de Sotha Sil, y la locura de Almalexia, dos de los dioses vivientes de Morrowind. The Elder Scrolls III: Bloodmoon (2003) es una expansión oficial de Morrowind. Añade una isla al norte, llamada "Solstheim", y una trepidante trama en la que deberemos elegir de que lado estar, los aldeanos Nórdicos de la villa Skaal, o ser un Licántropo sediento de sangre, aunque llegaremos a un final común, la cacería de Hircine, el príncipe daédrico de la cacería, al que deberemos enfrentar, para poder sobrevivir y terminar con la "Luna de Sangre".
# Windows ME/98/XP/2000
# 500 MHz Intel Pentium III, Celeron, or AMD Athlon processor
# Windows ME/98 128 MB RAM; Windows XP/2000 256 MB RAM
# 32MB Direct3D Compatible video card and DirectX 8.1 compatible driver
# 1 GB free hard disk space
# 8X CD-ROM
# DirectX 8.1 compatible sound card
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